Cierto día, José tomo la decisión de ir a su bote y salir de
pesca, mientras se dirigía al ancho y espacioso mar decía en su mente, ¡hoy me
ira bien! Y mientras recorría navegando, observaba lo hermoso y azul que le
rodeaba y alzando sus ojos parecía ver el reflejo del mar en un cielo
despejado, brillante y agradable. Cuando llegó a su destino no pensó en echar
el anzuelo y con una gran sonrisa de actitud se dispuso a echar la red y así lo
hizo.
Mientras esperaba en
su espacioso y ancho bote, aconteció que después de 3 horas. extenuado por los
30°c. De calor que le reflejaba directamente en el rostro, a pesar
de ello continuo su insistencia. José sabía que no podía desistir porque ya
había tomado una decisión, no importaba lo que pase, en ese momento él tenía
que llevar lo que se había prometido así mismo. Así vivía cada instante,
viendo que no pescaba se animó a cantar y decía con gran voz: ¡cansado
estoy pero no me rendiré, de pesca vine y con pescados me iré! A él no le
importaba el tiempo que le iba a tomar pasara lo que pasara, y cuando de
repente, un estruendo del cielo se oyó, el cielo comenzó a oscurecer, el viento
a soplar y las aguas no cesaban de mover el bote de un lado a otro, pero en ese
momento; José nuevamente abrió su boca y comenzó a cantar diciendo: ¡cansado
estoy pero no me rendiré, de pesca vine y con pescados me iré! Mientras la
naturaleza golpeaba a José de un lado a otro, paso lo que él esperaba; después
de una hora los vientos cesaron, el mar se calmó y los cielos se abrieron, esto
sucedió porque José no dejo de cantar. Al ver que todo había vuelto a la
normalidad un gran peso ladeaba el bote, inclinando su rostro a la parte del
bote que se ladeaba se dio con la sorpresa que la red estaba repleto de peces y
comenzó a jalar con una sonrisa de satisfacción y dijo: ¡valió la pena esperar!
La decisión que tomes
en la vida es disfrutar el momento, y observando todo lo que tienes alrededor y
que lo más importante es Dios y tu familia, motivarte a ti
mismo es enfrentar las diversas dificultades porque después de la marea
viene la calma y tu victoria.
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